El hijo del Pombero
El Pombero es un espíritu del bosque, el cual se
encarga de proteger a los animales y castigar a quienes talan árboles por
codicia. Siempre se hace escuchar por medio de un escalofriante y largo
silbido, que anuncia su llegada en las partes más peligrosas y espesas de los
bosques.
Su aspecto es la parte más escalofriante, ya que se lo describe como un ser alto y peludo, con muy olor y dos hileras de dientes monstruosos en la boca.
Pese a su respeto por la naturaleza, es muy peligroso
toparse con él, pues el Pombero es un ser maligno con la humanidad. Asesina a
los hombres con suma crueldad y profana a las mujeres que se interponen en su
camino. A los niños los extravía hasta que se mueren de hambre y frío.
Si alguien osa faltarle al respeto imitando su silbido o
maltratando a las plantas y los animales, es seguro que morirá a manos de esta
pérfida criatura.
Cuenta una historia que en cierta ocasión, un hombre muy
egoísta se dedicaba a talar más árboles de los que necesitaba para llevarlos a
su aserradero, dejando a muchos animales sin sombra ni refugio. Cuando los más
ancianos de su pueblo le advirtieron que podía despertar la ira del Pombero, él
solo río:
—Si una criatura así llega a acecharme en el bosque, lo
mataré con mi hacha —les aseguró arrogantemente.
No bien hubo dicho esto, se escuchó un largo silbido en el
monte que hizo que todos se refugiaran en sus casas. Todos menos aquel hombre,
que envalentonado, siguió talando árboles sin piedad. Aquella fue la última vez
que lo vieron con vida.
Cuando lo encontraron estaba muerto y tenía una expresión de
terror en su rostro. Todos sus huesos estaban rotos y su cuerpo estaba torcido
en un ángulo tal, que parecía como si alguien lo hubiera tomado y retorcido
como si no fuera más que un débil palillo. Supieron que había sido el Pombero,
a quien había ofendido con sus palabras.
No muy lejos de allí y tiempo después, una hermosa joven fue
raptada de su casa mientras dormía en las afueras. Hacía mucho calor y la
muchacha había decidido quedarse en la hamaca, desobedeciendo a su madre. De
inmediato, los hombres de su aldea se internaron en el bosque para buscarla y
pasaron los días.
Justo cuando estaban por perder la esperanza, la encontraron
debajo de un árbol, temblando y con los cabellos revueltos, sucia y descalza.
Estaba tan asustada que no podía hablar.
La llevaron de vuelta a casa y descubrieron que estaba
embarazada con un hijo del Pombero, cosa que horrorizó al poblado entero. Y una
noche tormentosa, la chica dio a luz a una criatura muy fea y llena de pelo,
que murió en los brazos de la partera.
Fuente
Fuente
Comentarios
Publicar un comentario